Buscar este blog

11 septiembre 2011

Memoria de un conflicto




Publico la nota tal cual la escribió Gabriel contreras en Milenio, pero añado algunas notas, tratando de aclarar ciertos puntos.


Inconformidad por teatro La Bodega de Dionisos en el Barrio Antiguo

“No queremos teatro”: los vecinos
• 2009-04-01•Cultura.


“No queremos teatro”, eso es lo que gritábamos nosotros el miércoles en la noche. Pero ellos, desde adentro, nos contestaron “chiguen a su madre”1. . Es el relato textual de la señora Herlinda Machado, vecina del Barrio Antiguo y quejosa ante la apertura del teatro La Bodega de Dionisos.

Ella, junto con otros vecinos encabezados por Rogelio López Robles2 , fue y se quejó por escrito ante el alcalde de la ciudad, Adalberto Madero. Para reforzar su queja, Machado ha acudido al juez auxiliar y ha recogido varias firmas. “Los únicos que no han firmado son el pintor Carrizosa y un francés, pero ellos nunca están aquí”.

La señora Machado es clara en su postura: “No quiero que esté aquí ese teatro”.

Así es como nos asomamos a un conflicto que, desde el pasado miércoles, crece en el Barrio Antiguo y generó ya confrontaciones entre los vecinos y los propietarios de La Bodega de Dionisos3, escenario en el que se estrenó la obra Tengo a mi vieja encerrada en el armario, del dramaturgo Vidal Medina.

Rogelio López Robles, vecino de la sala en discusión, dice tener un pasado teatral, ya que asegura haber trabajado al lado de Carlos Baena y bajo la dirección de Rubén González Garza en un montaje coordinado por Javier Segura.

“Yo sé de cultura y de teatro, y eso que hacen ellos no es arte . Yo he trabajado con Blanca Martínez Bacca en el Teatro El Grillo. Conozco de teatro, y también bailé con el Ballet del Estado. Ese vocabulario que ellos tienen no es bueno”.
Según López Robles “el ruido es mucho. Entra hasta la cocina de mi casa. Y no nos vamos a ir de aquí por un teatro que hace ruido”.

Nerviosa, la señora Machado nos cuenta que, de establecerse este teatro, muchos autos se estacionarían en este barrio. Ella indica que la gente de La Bodega de Dionisos no le pidió permiso a ella y a los otros vecinos para establecer un teatro.
–¿Señora, cuando ponen cantinas aquí, le piden permiso a usted?
–No. Pues la mera verdad no, pero es que orita sólo me he enterado de las que están allá.

Ella dice estar muy nerviosa, asegura que le gusta la opera pero inexplicablemente no se acuerda cuál fue la última obra que vio. Herlinda Machado ha avanzado en el trámite de esta denuncia. Nos cuenta que Protección Civil ya reaccionó positivamente, y dice que Diana Luna ya turnó el tema a la Secretaria del Ayuntamiento.

“La queja de nosotros dice que nos dirigimos al presidente municipal para decirle que por qué no se nos enteró de que aquí habría un teatro” .

Eduarda García Romero y María Elena García Romero están presentes en el lugar. Ellas se quejan del ruido que produce el teatro en el barrio. “Se oía que sonaba muy fuerte la pared”, asienta una de ellas.

El miércoles tuvimos un evento que fue la inauguración del espacio, cuenta Vidal Medina, dramaturgo, director y actor. “Vinieron Luis Martin, Roberto Villarreal y cerca de 160 personas, pero tuvimos un boicot por parte de unos vecinos”. Total, se estrenó el espacio, y afuera hubo como ocho vecinos gritando.

Mónica Jasso, Yerika Zambrano y Vidal Medina integran el grupo teatral Peripateticos y están al frente del Teatro La Bodega de Dionisos cuyas actividades están suspendidas desde el pasado miércoles a causa de las protestas de los vecinos .
Monterrey/Gabriel Contreras


Notas.


1. Nosotros no contestamos sus agresiones y gritos nunca dijimos "Chingen a su madre". En realidad estaban interrumpiendo una función de teatro a puerta cerrada y ese momento coincidió con un texto que los tres actores gritan “pinches almorranas”. Por la situación que se vivía, pues había tensión, todo apuntó a que ese texto estaba dirigido a ellos. Y no era así, pero en cierto sientido y en ese momento, así lo parecía y así lo creímos todos.

2. En foto Herlinda Machado y Rogelio López Robles, colonos del lugar. Rogelio era directamente vecino del teatro. vivía al lado. Herlinda en contra esquina. Había vecinos a favor del teatro pero cuando les tocó votar lo hicieron en contra o se abstuvieron. Necesitábamos 13 firmas. Obtuvimos cuatro. Foto/Gabriel Contreras.

3. En fin, muchos puntos por discutir al respecto. Desvinculación. Definiciones de lo artístico. La obra tiene palabras fuertes, pero sólo son palabras. Definición de lo tolerable. Hubo errores de planeación, entre otras cosas. Nuestra vinculación con el medio fue desafortunada. A mi que queda como aprendizaje.

4. La Bodega de Dionisios no volvió a abrir oficialmente sus puertas. Después de un intento de hacerla funcionar de manera clandestina., cerró definitivamente. No se pensó en la posibilidad de establecerlo en otro lado. Quedó, eso sí, un sentimiento de frustración.

5. El cierre de la bodega evidenció que no estuvimos a la altura de lo que hacíamos, nosotros, ni los vecinos. No entramos al barrio de la mejor manera, avisando que pondríamos un teatro. ¿Por qué hacerlo?, tal vez ni se nos ocurrió.Pero es parte de un acto comunitario, o debería serlo. Esto lo se ahora. Si un teatro se instala en una comunidad, que sea parte de la comunidad, que lo puedan usar, además de una oferta cultural, en caso de que tal cosa exista. Yo hablaría, después de esta experiencia de la necesidad de generar cultura, no de imponerla, es decir generando primero intercambios, vínculos entre la gente.

No hay comentarios: