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17 julio 2015

Teatro en el norte de México

Colaboración para Red Escénica

El norte de México es la zona fronteriza con los Estados Unidos, a diferencia de los estados del centro y sur del país, nosotros estamos desarraigados de nuestros antepasados prehispánicos, y nos llaman los bárbaros del norte; El clima de este lado del país es semidesértico y muy radical: los calores nos agobian en verano y las heladas nos matan en invierno. El hecho de ser fronterizos convierte a esta zona en un territorio de tránsito para contrabandistas, pistoleros y narcotraficantes. No es casualidad que la música popular por excelencia sean los corridos norteños, que narran las andanzas y tragedias de los capos más famosos de la historia. Somos adeptos de la cumbia, el desamor y el arrebato pasional. Quizá nuestra mayor vergüenza humana sean los feminicidos de Cd. Juárez: más de 700 mujeres han muerto en un fenómeno que se ha vuelto tristemente un escándalo normalizado. Han dado cuenta de estos hechos tanto el escritor chileno, Roberto Bolaño en su novela 2666, como la dramaturga española Angélica Lidell en La casa de la fuerza.

Siete de las ciudades más violentas del mundo se encuentren en esta zona del país: Tijuana, Ciudad Juárez, Chihuahua, Torreón, Tampico, Cd Victoria y Culiacán. A pesar de toda esta zozobra se hace teatro. Para mencionar sólo algunos grupos y creadores en activo podemos referirnos a Andamios teatro, de Hermosillo; Inmigrantes Teatro, de Tijuana; La Trinchera teatro, de Reynosa; Asalto Teatro de Tampico, Telón de Arena y Teatro Bárbaro, de Chihuahua; Cuerda floja, de Durango; Periférico infinito, Dramantes y Escenario Azul, de Matamoros; Laberintus, de Nuevo Laredo; Hoja en Blanco, de Torreón; y Balam Teatro, La Percha, Colectivo Juglaresas y Cuarta Transversal entre otros, de Monterrey.

En cuanto a los modos de producción, situación laboral y económica de los actores y trabajadores de teatro, hablemos de precariedad. Ni los actores, ni ningún otro artista tienen algo así como seguridad social o sueldos fijos, exceptuando a quienes son parte de la Compañía Nacional de Teatro, que de nacional no tiene nada, es decir, no tiene presencia más que en el centro del país. En México hay que competir por las becas que existen, que son insuficientes para cubrir la demanda de los artistas, pero que les brinda, mientras la tienen, la ilusión de que pueden vivir del arte. Vivir de la taquilla es también una idea bonita, pero se trata sólo de una ilusión más.

Cambiando un poco el enfoque para dar un panorama de Monterrey, considerada la capital del norte de México, podemos decir que cuenta con los siguientes edificios teatrales: el Teatro de la Ciudad, con capacidad para 1,300 espectadores; la Sala Experimental, donde se programa la mayor parte del teatro apoyado por las becas de conarte, el Teatro La Estación, una pequeña sala con capacidad para 80 espectadores; El teatro del centro de las artes, todos estos espacios pertenecen a la institución cultural del estado, CONARTE. Teatros comerciales podemos mencionar a El Teatro de la Nena Delgado y el Teatro de Plaza Versalles. Además en San Pedro, que es un municipio del área metropolitana se encuentra el Teatro de Plaza Fátima, donde también se lleva a cabo el San Pedro Arte Fest.

Otras festividades teatrales son El Encuentro Estatal de Teatro, donde compiten todas las obras producidas por los grupos locales para ganarse un lugar en el Festival de teatro; La semana de la dramaturgia, un evento de carácter internacional en el cuál se presentan lecturas dramatizadas de autores nacionales y de algún país invitado, con la presencia de los dramaturgos; El festival de teatro para niños, el festival de títeres, el festival de monólogos, El coloquio de teatro y el El festival de teatro de Nuevo León, que tiene una importante programación internacional.

Fuera de los espacios institucionales, son los propietarios de algunos cafés quienes han apostado por programar teatro en sus espacios, El café nuevo Brasil, Ubuntú café y Mamamor. Además colectivos y pequeños empresarios están abriendo otros espacios alternativos como: Tonalli, Theatrón, o Media Luna que viven gracias al trabajo de colectivos o pequeños empresarios.

Volviendo a abrir la lente para enfocarnos en el teatro que se hace en el norte de México se nos impone hablar del Festival de Teatro para el Fin del Mundo (TFM), que dirige el dramaturgo Ángel Hernández y se enfoca en la intervención de espacios violentados en la ciudad de Tampico, aunque su influencia se ha extendido hasta Uruguay y recientemente a Monterrey. Los artistas invitados diseñan dispositivos escénicos o piezas sobre temas que tienen que ver con la violencia, los desaparecidos y las comunidades vulnerables. Estos trabajos se presentan en casas, hospitales, cárceles, y hasta un submarino que han sido recuperados e intervenidos para transformarlos en vehículos y espacios para la expresión artística y la memoria de los hechos violentos. Uno de los proyectos más recientes de TFM, se está desarrollando actualmente en la ciudad de Monterrey y tiene por nombre Oxígeno. Se trata de la recuperación del Casino Royale, donde murieron sofocadas alrededor de 64 personas luego de un atentado de los zetas. Oxígeno reúne a familiares y artistas de varias partes de la república buscando recuperar el casino y volverlo un espacio de homenaje a las víctimas de la violencia.

Por otro lado existe 7 Golpes, un proyecto cultural no gubernamental que en cada edición estrena siete monólogos cortos de dramaturgos mexicanos que han sido escritos ex profeso para la ocasión bajo un tema específico. Actúan y dirigen los monólogos otros siete actores y siete directores sumando una colaboración de 21 artistas en cada edición. Cabe destacar que 7 Golpes surge de manera posterior a la peor crisis de inseguridad en Monterrey. Luego de que las disputas entre grupos armados por la venta de drogas terminara de manera contundente con toda la vida nocturna del centro. 7 Golpes fue una respuesta y una invitación a la gente para volver a tomar los espacios públicos que nos habían sido arrebatados. Importantes artistas de la escena nacional han colaborado con este proyecto como el director David Olguín, o el actor de cine y teatro Mario Zaragoza, entre muchos otros.

Este es, a mi parecer, un panorama acaso muy general del norte de México, una zona caliente que tiene grandes diferencias con el centro y sur de la república, pero en la que existen plazas teatrales muy importantes, aunque rudas, difíciles y en plena resistencia.

Red Escénica nació en el año 2000, en la Universitat de Valencia con el nombre de acotaciones en la caja negra. En esta etapa universitaria y preprofesional se publican 15 números, hasta 2009.A partir del año 2011 y tras un parón editorial, la revista entra en una nueva etapa creativa de la mano del proyecto europeo europa inestable, islotes en red. A partir de 2013 se inicia una nueva etapa: Red escénica. La revista Red escénica es una revista especializada en artes escénicas que cubre por igual las modalidades de teatro y danza y otros contaminantes de las artes vivas. Red escénica desde el año 2013 se ha convertido en una revista especializada en las artes escénicas valencianas, nacionales, europeas e internacionales. Con colaboradores en Alemania, Inglaterra, Francia, Italia, Portugal, Noruega y Chile.