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23 agosto 2014

Debe el teatro salir a buscar a la gente

"Necesita teatro más interacción y recursos"

Nota: Ana Ramos Caravaca / El Mundo de Córdoba / 23 agosto 2014.

"En México todavía es un problema la centralización del teatro". Para Vidal Medina, ganador del Premio Nacional de Dramaturgia "Emilio Carballido" 2013, la concentración del teatro en la capital del país evita que México siga creciendo en el panorama internacional. Pese a considerar al país como una de las "plazas" más importantes del mundo, es necesario que la dramaturgia se extienda a la provincia y se apoye más al teatro que se hace fuera de la capital.

Afincado en Monterrey, Vidal Medina desglosa que en dicho estado hay una amplia producción teatral, al igual que ocurre en Veracruz, sin embargo no se cuenta con el apoyo para promocionar el teatro que se realiza fuera del DF. "En Monterrey hay una producción copiosa, como acá en Veracruz, pero lo que falta son mejores escuelas de teatro, mejor enseñanza en la provincia.

No obstante, el teatro ya se está moviendo y abriendo a otras partes y géneros. El premiado apunta que ya hay una desvinculación parcial, pues no se debe dar de manera total, con la institución y gracias a ello se están generando nuevas corrientes que están renovando la producción teatral.

"Hay otras maneras de producir teatro y es lo que renueva al teatro, de qué manera produzco teatro es lo queme define como artista también. Estamos en una etapa importante, donde una generación de artista de teatro ya están buscando otros caminos.

Adelanta que el teatro independiente surge con nuevas formas de financiamiento que dan mucha mayor libertad creativa y sobre todo genera una mayor interacción con el público

Para el ganador del Premio Nacional de Dramaturgia "Emilio Carballido" 2013, Vidal Medina, la mejor forma de interactuar y conseguir recursos para producciones está en salir de los teatros y generar la producción dramática en otros escenarios donde el público está en mayor contacto con los actores.

En su caso, gran parte de sus obras las financia con su propio dinero, lo que le da mayor libertad creativa y busca nuevos espacios para la representación. Considera que de esta manera el teatro sale a buscar a un público que quizás no se atreva o no le despierte curiosidad acudir al teatro.

"Yo pienso que es bueno que el teatro salga a buscar a su gente y no sólo esté esperando a que la gente vaya a las salas a verlo, creo que es una necesidad"

Asegura que de esta manera teatro y público caminan de la mano y de ahí nacen nuevas experiencias tanto para el espectador como para el artista que puede experimentar nuevas formas de presentación y ocupar al público como parte fundamental de su obra. "Hay muchos tipos de teatro, a mí me gusta hacer teatro fuera de los teatros".

Una conexión con Carballido

Apenas con 24 años, allá en 2001 y con su ópera prima "Garap", Vidal Medina recibe el premio Nuevo León de Literatura en el género de dramaturgia. Entre el jurado de ese premio estaba Emilio Carballido y es donde empieza esa conexión que en la actualidad, el mismo autor considera como una tutela del mismo Carballido. Años más tarde, sus obras "Galimatías" y "Vestigios" ocuparon un lugar en la revista Tramoya, también del dramaturgo cordobés. Con "Las definiciones de Gregorio", Vidal Medina sigue aunado a Carballido recibiendo el premio que lleva su nombre. "Hay una relación curiosa, que me llena de orgullo", confiesa el escritor.

Licenciado en administración de empresas, Vidal Medina descubre su vocación a través de cursos y un poco como autodidacta. Reconoce que la dramaturgia se lleva dentro y para triunfar en el teatro se necesita, además de vocación, mucha dedicación.

Aunque los premios no lo son todo, confiesa que es un "espaldarazo" y que finalmente viene a reconocer el trabajo que se ha llevado a cabo, reitera, con mucha dedicación.

"Las definiciones de Gregorio" trata del fracaso de un filósofo cuyas decisiones no hacen más que conducirle a la debacle total. La historia está narrada desde cuatro puntos de vista externos, que ocupan la vida de Gregorio como crítica, chisme y con mucho humor. Es esta sátira irónica y humorista lo que Vidal Medina cree que despertó en el jurado su decisión para darle este premio.

18 agosto 2014

Las voces que me habitan

A veces vivo tan de prisa que no recuerdo los rostros con los que he entablado conversaciones durante el día. Sólo me quedan reminiscencias, voces, ecos de aquellos que han pasado por mi vida. Supongo que yo también seré sólo un eco, una voz sin rostro en algún momento, cuando me hayan olvidado como yo a ellos y sólo quede lo importante, lo que dejó huella, la esencia. Es lo que vive en mí de los otros. Espero, aspiro a vivir así en los otros cuando me haya ido. Una especie de resistencia al olvido. Yo escribo a partir de estas reminiscencias, así construyo mis textos, que por supuesto no son míos, sino regalos que yo he recibido de los demás. Quizá mi única hazaña sea recopilarlos y hacer que parezcan obras, textos, relatos propios, pero nada es mío. En todo caso serán de quien los lea o de nadie.

08 agosto 2014

Delirante y compleja

Por Karen López / Periódico el norte, 5 de agosto 2014

Foto de Melissa García Aguirre.

Un cubo se posa sobre el cielo de Ciudad Montaña. Nadie sabe su procedencia o propósito pero los habitantes de este lugar están están por descubrir el fin de los tiempos. Con una propuesta arriesgada e inusual, que oscila entre la ciencia ficción, la fantasía y el absurdo, se presentó ayer “Vestigios”, del dramaturgo Vidal Medina, como parte de la Semana de la Dramaturgia, en la Sala Experimental del Teatro de la Ciudad.

Actuaciones delirantes, deleitables y complejas, y una dirección impecable a cargo de Mayra Vargas, transportaron a los asistentes durante una hora a la desolación y devastación de un lugar que no es otro que el Monterrey de un posible futuro cercano.

La dupla de Alejandra Zapata, quien interpreta a Nena, una joven que perdió a su madre en el transcurso del Apocalipsis, y Lolo, un muchacho absorto en las criaturas mitológicas, interpretado por Sergio Ortiz, mostró total dominio escénico al representar la carga dramática. Matilde, la madre de Nena, interpretada por María Escalona y Arnoldo, caracerizado por Gerardo Villarreal fungieron como excelentes contrapuntos cómicos.

El tema distópico tan común en las tendencias literarias fue llevado a escena y a la conciencia del espectador sin ningún intermediario, provocando al mismo tiempo la confusión, la frustración y la reflexión que inevitablemente alude a una violencia real y cercana.