Días después de leer el cuento Vagabundo en Francia y Bélgica, de Roberto Bolaño, llegó a mis manos un libro editado en Barcelona en el 69, en el que colabora Henry Lefebvre. Si ustedes recuerdan, en aquel cuento de Bolaño, B, el protagonista y alter ego del autor, entra a una librería de viejo y compra el número 5 de la revista Luna Park, en la que lee por primera vez a Lefebvre, lectura que lo hará viajar a Bruselas. En fin, que mi amigo hacía limpieza y se estaba desprendiendo de algunos ejemplares viejos y me lo vendió, junto con otros no tan interesantes pero que me tuve que llevar para que no sospechara de la joya que dejaba ir. El libro es la memoria de un coloquio de sociología de la literatura. Y si mis calculos son correctos, contiene los mismos artículos a los que hace alusión el escritor. En efecto, este libro contiene algunos de los autores que menciona Bolaño en su cuento (Barthes, Koheler, Mouillaud,etc). La exposición de Lefebvre lleva por título De la literatura y el arte modernos considerados como procesos de destrucción y autodestrucción del arte.
Tesis sobre el arte y la vida cotidiana.
Primera tesis: La vida cotidiana se establece y se fija en el mundo moderno; se sitúa cada vez más como un nivel de realidad dentro de lo real.
Segunda tesis: Antaño la vida cotidiana estaba integrada en el arte, en lo sagrado, en la religión o bien, si así lo preferimos, el arte se integraba en lo cotidiano, penetraba en su interior.
Tercera tesis: Este estilo que penetraba la vida cotidiana se diferencia de la cultura (de lo que nosotros llamamos cultura).
Cuarta tesis: La cultura con todos sus aspectos, el arte y el esteticismo, la moral y el moralismo, las ideologías como tales, acompañan a la cristalización de la cotidianidad en el mundo moderno.
Quinta tesis: En estas condiciones la cultura se divide en dos partes: la cultura de masas y la cultura de la élite. La primera se entiende a nivel cotidiano, penetra en ello a través de la radio, la televisión, los discos, pero no lo transforma, no lo transfigura, le deja sus rasgos de monotonía y pasividad; no lo engloba en una unidad, no le confiere un estilo. en cuanto a la cultura de la élite es un arte experimental, de vanguardia, innaccesible, irreductible a la cultura de masas, pero ajeno a la cotidianidad.
Sexta tesis: El arte como tal atraviesa una crisis y una transformación a causa de esta escisión a la que acabo de aludir y que es destructora para él.
Séptima tesis: El arte ajeno a lo cotidiano desaparecerá. El arte pasará al servicio de la cotidianidad para transformarla, para cambiarla realmente y no para transfigurarla idealmente. Permitirá crear vida y vivirla en vez de escribirla o de figurársela. (Fragmento. Literatura y sociedad. problemas de sociologia en literatura. Ed. Mtz Roca, 1969 Barcelona.)
