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02 abril 2011

Aproximaciones al teatro de la India



Por Vidal Medina

Frente a la perspectiva del pensamiento filosófico dominante en nuestras universidades, particularmente, en las ciencias humanas, influenciadas por la polémica discursiva centroeuropea y norteamericana, hay también otras formas de pensamiento más allá del reduccionismo cientificista y racional, otros universos, cuya comprensión requiere no sólo de nuevas perspectivas de análisis, sino de otra actitud frente a lo otro que desconocemos.
Blanca Solares.

La utopía es la otra cara de la crítica y sólo una edad crítica puede ser inventora de utopías.
Octavio Paz



Introducción:

Fue gracias a una serie de conferencias que impartió Elsa Cross en el Cenidi Danza José Limón, en torno a las artes escénicas de la India , que tuve acceso a una de las teorías estéticas teatrales más interesantes que haya conocido: La teoría de “Rasa”. La palabra “rasa” se traduce literalmente como “sabor”. Nos ha llamado fuertemente la atención que un concepto aparentemente sencillo, se vuelva algo tan elaborado en la India. Las Conferencias de Cross nos introducen a una concepción del arte que linda con lo sagrado pero a su vez lo transgrede: el tema del arte y del teatro en particular no puede ser otro que lo humano. Cito: En la india El drama ha sido aceptado como una forma de arte “total” cuyo argumento permanece unido a la interpretación, el baile, la poesía, la música, la arquitectura, la artesanía, los valores humanos y a prácticamente todo lo relativo a la vida, con el fin de mantener y nutrir un disfrute emocional (rasa) de otro mundo” .

Conviene mencionar que el teatro Hindú guarda ciertas semejanzas o paralelismos curiosos con el teatro griego:

1. Dos grandes epopeyas son la fuente de inspiración de sus poetas. El Ramayana y el Mahabharata, por el lado oriental y la Odisea y la Ilíada por el occidental.
2. En sus incios hay liturgia, rito: El culto a Shiva (Nataraja) dios de la danza. En la India Shiva es el dios de la destrucción y la creación del mundo, en su presentación como Natarja, el dios bailarín-actor: El ser es un actor. El alma es el escenario en que se presenta y sus sentidos los espectadores ; Los griegos tuvieron a Dionysios, dios de la fertilidad y la vid, de la embriaguez y de las festividades de la vida. Es a partir de los ritos dionisíacos que da inicio el teatro occidental.

Es la relación que mantienen con sus dioses y su literatura, digamos su ámbito de los fantástico lo que cambia radicalmente de un hemisferio a otro. Para nosotros, occidentales, la Ilíada y la Odisea son parte de la literatura Universal, no son mexicanos y sus héroes son personajes de ficción; de sus dioses pensamos que son mitos o quizá peor, que nunca existieron, aunque tal vez lo cierto es que ya estén muertos.

En cambio para un hindú, los dioses y personajes del Ramayana y el Mahabharata representan tradiciones vivas: Rama y Hanuman, protagonistas del Ramayana, tienen sus cultos, templos y devotos actualmente. Lo mismo pasa con Krishna a quien se le rinde culto no sólo en oriente sino también en occidente y con Shiva, el más misterioso de los dioses hindús, a quien se le asocia con la creación del yoga y un ascetismo extremo.

La India, la tierra que en verdad buscaba Cristobal Colón cuando descubrió América, es un país que nos muestra, apenas abriendo uno de sus velos, una tradición espiritual antiquísima, viva. Detrás del telón hay hombres y mujeres que viven en un mundo habitado por lo espiritual. Para acercarse a ellos sin ningún prejuicio hace falta tener en cuenta que sus ritos forman parte del carácter sagrado de las acciones en la vida de un hindú.


La teoría del Rasa en Abhinavagupta.

El drama o el poema tiene el poder de elevar al espectador
por encima de su ego limitado y sus intereses prácticos.

Bhatta Nayaka (siglo X)

Al espíritu humano siempre inestable, siempre en movimiento, siempre ávido hay que darle un alimento (las formas), un punto fijo, una imagen muy delimitada pero cuyo sentido trascendente moldeará el espíritu por reflejo y le liberará de las imágenes, toda imagen deberá tener pues un carácter iniciático.
A.K. Coomaraswamy.


Abhinavagupta, fue un sabio hindú que vivió alrededor del siglo X en Cachemira. Monje Shivaíta, ejerció el arte de la crítica, el estudio de la dramaturgia, la poesía sánscrita, y el misticismo. Su teoría de “Rasa” representa la culminación del desarrollo de otras artes paralelas como la lingüística y la filosofía en el medioevo.

Hay que decir que los hindúes conciben el arte como un “yoga”. Yoga quiere decir “unión¨. Es la aptitud para dirigir la mente exclusivamente hacia un objeto y mantener esa atención sin distracción alguna .
El arte, como, de otra manera, la religión, son caminos que conducen a la realización personal. El arte, sin ser necesariamente religioso, pues sus temas son profanos, apunta siempre hacia una trascendencia del propio “ego”. Esta mirada sobre uno mismo es muy hindú: El hombre en contacto con sus ser interior por vía del control de la mente alcanza la calma y el conocimiento. Al enfocar la visión en un solo punto entrena su concentración.

Podriamos pensar que no difiere tanto la práctica artística. Descubrir el motor que impulsa el universo es nuestro estímulo. Enfocarse es el primer paso en el proceso de descubrimiento: una imagen. La aparición de una imagen es el milagro por el cual realizamos los sueños y los deseos se cumplen. Esa aparición a los ojos del artista es la causante de una explosión. Colores, palabras, movimiento pueblan el espacio intangible. Su aparicion en escena es la confirmación de que este no el único mundo.

La ficción involucra al intelecto y a la emoción de los espectadores, pero también al conocimiento intuitivo, es decir al espíritu a un nivel sensorial más sutil. Los hindúes le llaman a este proceso, a esta comprensión total, vivir la experiencia de “rasa”

El término “rasa” también se puede traducir como “goce estético” El teatro debe generar una ley de atracción para que el espectador se involucre en la obra hasta el punto de olvidarse de sí mismo.

Cito: Un contenido poético o dramático envuelve por completo la mente de un lector o espectador perceptivo, y se vuelve para él objeto de una contemplación profunda… Cuando ese lector o espectador perceptivo se encuentra con una obra donde se delinean con precisión las emociones, la emoción misma, libre de sus especificaciones limitantes, se posesiona de él. Entonces la saborea puramente en su ser… Puesto que la mente de todos los espectadores posee un residuo uniforme de impresiones subliminales, todos ellos son capaces de experimentar una aprehensión armoniosa y esta aprehnsión armoniosa y homogénea es en sí misma “camtatkara”: deleite y disfrute incesante. Es una especie única de experiencia, muy diferente de cualquier otra.

Los “rasas” o sabores, no son otra cosa que emociones humanas bien clasificadas e identificadas por Abhinava. Cada “Rasa” o sabor, provoca un estado de ánimo diferente en los espectadores, a los estados de ánimo les llaman “bhavas”.

Lista de “Rasas” y sus respectivos Bhavas

Rasas Bhava

erótico - Deleite
cómico - Risa
patético - Dolor
furioso - Ira
heróico - Heroísmo
temible - Temor
odioso - Disgusto
maravilloso - Asombro
tranquilo - Serenidad


Aunque nos parece a simple vista una visión esquemática del arte no deja de sorprendernos la fecha en que esta estética “moderna” fue concebida: el siglo X de nuestra era conocido como el siglo de oro de las artes en la India, La ciudad de Cachemira vio florecer ciertamente una gran cultura. Hoy Cachemira es una ciudad peleada por musulmanes, cristianos e hindúes, se encuentra en guerra y de ésta estética pionera y muy avanzada para su época, ya casi nadie habla.


Aunque el deleite estético es intínsecamente amoral, las configuraciones objetivas que Rasa evoca deben estar fundamentadas en nuestras experiencias y recuerdos compartidos del mundo real, ya que nuestras actividades: placer sexual, poder- seguridad-riqueza, obligaciones sociales o religiosas y salvación, son traducciones de nuestras disposiciones emocionales básicas. Al evocar rasa, inevitablemente se introducen en la representacion preguntas sobre la ética. Se generan emociones poderosas a través del conflicto de valores y de su resolución; inevitablemente los valores personales del espectador colorean su percepción implicando o facilitando la identificación con los protagonistas, tan cruciales para la evocación del pretendido rasa..

Conclusión.

Rasa es un término complejo. Degustar la obra requiere de una capacidad receptiva extraordinaria por parte del espectador. Pero también interviene por parte de la obra un compromiso. El alimento y no sólo el hambre es lo que hace al apetito. Un apetitoso manjar, será degustado solo si es, en primer lugar, delicioso. “Ver” y “Oir” no son suficientes. Hace falta una disposición de ánimo especial para desaparecer y permitir que otro mundo se nos venga encima.

El teatro pone en movimiento el ciclo de la vida y de la muerte y lo renueva en cada representación. Cuando en escena aparece “lo otro”, la “otra voz”, como diría Octavio Paz, todo se transfigura, todo es y no es al mismo tiempo. El teatro acontece frente a un espectador, pero al mismo tiempo lo captura. El teatro, similar a un hoyo negro, traga la materia que tiene frente a si. Lo que se abre con el telón es la gran boca de lo inefable, de ese vacío primordial por el que pasa la vida. El teatro entonces se convierte en mundo, es la confirmación del mundo y su utopía. Es una utopía porque inventa realidades y es tambien un sacrificio porque es producto de una colisión voluntaria: el silencioso público que observa la representación del dolor o del deleite erótico, es a la vez la víctima que será sacrificada. La obra es un monstruo que devora a quien la contempla y el espectador es su alimento.

Ponencia escrita para el IX Encuentro Nacional de Escritores de Tierra Adentro, Tepic y Santa María del Oro, Nayarit, Octubre de 2009.


Notas:
1. Elsa cross. El arte de la India. Incluído en el libro: Raíces míticas y rituales de la estética y las artes escénicas en India, Grecia y México. INBA, Casa del Teatro, Quinta del agua ediciones. 2006.
2. Sunthar Visuvalingam. Hacia una apreciación integral de la estética de Rasa. Revista Sarasvati.
3. Shiva sutras. Parte III. Sutras 9, 10 y 11. http://yogahoy.blogspot.com/2011/01/shivaismo-de-cachemira-filosofia-para.html
4. Patanjali. Yoga Sutras.
5. Elsa Cross cita a Raniero Gñolo. Idem P.p.40-41.
6. http://www.elmundo.es/elmundo/2010/09/13/internacional/1284390608.html
7. Sunthar Visuvalingam. Idem.

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