Escribimiento: Por regla general tiene un cierto fin práctico: distraer y además alcanzar algo ético, según lo que el autor se imagine ser lo ético; o bien quieren servir de propaganda política, o quieren actuar de manera crítica sobre la sociedad e instruir; o simplemente quieren ser el lugar donde el pobre autor pueda vaciar su corazón, convirtiéndose en el excusado literario para exhibicionistas, el WC literario.
La Poesía está en oposición tajante con el escribimiento racional, subordinado a fines exteriores... En la época del libro impreso el único medio de encontrar la actitud épica es la de interiorizar la voz de los oyentes potenciales y permitirles expresarse, sin que por ello desaparezca, y esto es escencial, la voz individual del poeta. El poeta clásico no hacía escuchar sino la voz de la colectividad, en la cual la suya se perdía. El autor lleva dentro de sí al pueblo. Ese yo observador asume en nuestra época el papel y la función del pueblo en los antiguos bardos: aquel que transmite varias voces simultáneamente. El nuevo género épico debe ser el diálogo consciente entre el autor individual y ese consenso colectivo.
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