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27 enero 2012

Tu miedo



El miedo en alguien como tú es comparable a las personas que le echan el auto a los demás.

El miedo en alguien como tú se parece a taxistas y choferes que se creen los dueños de las calles.

A los hombres lujuriosos que acosan a las mujeres en la calle.

Tu insensato miedo se parce a las personas que no piden las cosas. Los que no dan el asiento a un anciano.

Tu miedo está hecho del mismo material del que están hechos los actos corruptos, el vecino intransigente, el ladrón que se dice representante público.

Es a causa de tu miedo que día a día mueren más personas.

Precisamente por tu miedo se incrementan los asesinatos y los casos no resueltos.

Por un miedo como el tuyo, amigo mío, amiga, es que los cerebros se empiezan a secar en un proceso de descomposición que no quisieras detener.

Tu miedo es el mío y viceversa. Se parece a la mediocridad. Es la cautela de una guerra perdida.

Es un miedo que recuerda odios y rencores, un miedo enterrado, como un eco que proviene de ninguna parte y está por todos lados.

Es precisamente por tu miedo a actuar, a abrir la boca, moverte, poner la primera piedra, renunciar, hacerte cargo, dejarlo todo; tu miedo a quedarte solo, a ser aquello que debes ser, que todo un día se va al carajo.

Eres una probabilidad que se bifurca en dos caminos que se bifurcan.

Tu miedo a recapacitar, equivocarte, hacer el ridículo.

Tu miedo a no saberte.

Volverte loco.

Si lo piensas bien eres todas esas cosas.
Pero tienes miedo de saber
porque saber te perdería.

3 comentarios:

Alexa Legorreta dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Alexa Legorreta dijo...

Me gusta, pero el final No. saludos Vidal.

Vidal Medina dijo...

¿Qué cosa exactamente del final? ¿Una línea, dos? Saludos, Alexa